Tras la copa disparate ser soltada,
desde aquel pequeño manzano,
una pera floreció,
pero el grano vecino del pantano,
con cuchillo amenazó.
Si la oruga no interviene,
el té derramado estaría,
ahora el lobo disgustado viene,
para reclamar su cofradía.
La mantequilla lloró en la reja,
porque el lobo no quiso ser su pareja,
y después de gritar perpleja,
el tenedor reaccionó,
pues la plata no lo deja,
tomar té con gran fervor.
Y la pera gritando le dijo,
como el pájaro en el escondrijo,
que su pareja sería,
pero ella no sabía,
el peligro que llegaba,
pues cuando bajo la mirada,
un tornillo se cayó,
y el silencio reinó en el bosque,
cuando el cerdito nació,
porque en el árbol de manzano,
otra pera floreció.
Luz de luna
Hace 6 años